jueves, 14 de junio de 2012

Interbellum: Jósef Stalin.


Nacido en el seno de una pobre familia georgiana, su infancia la vivió en un ambiente de miseria, suciedad y analfabetismo, en medio de frecuentes palizas de su alcoholizado padre. Su madre, sirvienta, aportaba escasos recursos económicos con la esperanza de que el joven Iósiv pudiera ingresar en el seminario y ser sacerdote, una de las escasas salidas a la pobreza. Así sucedió cuando cumplió los catorce años, gracias a una beca, ingresando en el Seminario de Tbilisi, donde llevará una vida austera y dedicada al estudio. Sin embargo, poco antes de cumplir los veinte años será expulsado del seminario, pues ya constan sus actividades en el seno de un grupo socialista.
Previamente a la Revolución Rusa, en la que tomará parte de manera muy activa, recorre Rusia de manera clandestina organizando actos en contra del régimen del zar Nicolás II. Ello le obliga a moverse en la clandestinidad, ocultándose bajo distintas identidades, hasta que es apresado y deportado a Siberia. Tras huir de su destierro, se reincorpora a las filas revolucionarias, distribuyendo panfletos y organizando huelgas en contra del poder establecido.




Poco más tarde es elevado a la dirección del periódico del partido, Pravda, desde donde continúa con sus actividades de dirección de los bolcheviques, preparando la llegada de Lenin a Petrogrado. Reconocido entre las filas comunistas, en 1922 logra ser nombrado Secretario General del Partido, cargo que aprovecha para manejar los hilos del poder y colocar a seguidores suyos a lo largo de todo el territorio ruso y al frente de los diversos grupos que lo integran. De esta manera se asegura los apoyos suficientes para suceder a Lenin cuando éste abandone la política activa, lo que ocurrirá en 1924. Sus ansias de poder le llevan a ocultar la existencia de un documento redactado por el propio Lenin en el que solicita que Stalin, al que tiene por hombre ambicioso y sin escrúpulos, sea apartado del poder y no pueda postularse como su sucesor. Conseguido el poder, el siguiente paso de Stalin fue realizar una purga entre aquellos dirigentes que pudieran hacerle sombra o discutir sus decisiones. Su mayor víctima fue Trotski, dirigente histórico y creador del Ejército Rojo, a quien obligó a exiliarse en México y quien más tarde resultaría asesinado, por ser una pieza "incómoda" para el gobierno de Stalin.
Como máximo dirigente de la Unión Soviética, desarrolló la teoría del "socialismo en un solo país", identificando al comunismo con la URSS, y dictó el primer Plan Quinquenal, para impulsar la industrialización, con la finalidad de aumentar la productividad y convertir a Rusia, país eminentemente agrícola, en una potencia industrial y autosuficiente. Al mismo tiempo, impuso por la fuerza la colectivización del campo, desarrollando una política de terror entre los campesinos que incluyó deportaciones masivas, traslado de pueblos y ejecuciones. En respuesta, muchos campesinas quemaron sus cosechas para evitar la incautación del Estado, pero la política del gobierno acabó imponiéndose.


La industrialización a ultranza, provocada por el deseo de Stalin de sacar a Rusia de un atraso económico de varias décadas con respecto a las grandes potencias occidentales, y de paso demostrar la validez de las teorías comunistas, supuso la construcción en la década de los 30 de un sinnúmero de grandes fábricas, altos hornos y refinerías de petróleo. El objetivo era incrementar año tras año la producción, no sólo cumpliendo sino aun superando los Planes Quinquenales fijados desde el gobierno. La productividad se premiaba y fomentaba desde los cargos que dirigían las fábricas, dando lugar a un modo de producción denominado "stajanovismo", pues un obrero, Stajanov, consiguió en un solo día batir todos los records de producción. También el Estado vigilaba los índices de producción, llegando a encarcelar a los responsables de las fábricas si no se cumplían los objetivos previstos.
El resultado de todo ello fue una invasión permanente del Estado de todos los rincones de la sociedad rusa, creando un clima de vigilancia constante, en aras del triunfo de la Revolución y el incremento de la productividad. La situación se agravó aun más con el asesinato de Kirov, secretario general del partido, en 1943, que dio lugar a una de las mayores y más sangrientas purgas del siglo XX.

                                                Hambruna artificial ordenada por Stalin en Ucrania.  

                                                               Imagen de una purga .



Os dejo también un documental que habla sobre este personaje de la historia:



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